Fue creada en 1996 por decisión solidaria de un grupo de maestras jubiladas y vecinos. Comenzó a funcionar en parte de una antigua casa cedida en comodato.
En 1999 fue desalojada y los libros quedaron en casas cercanas, en la policía, la estación del tren, mientras se atendía en una habitación prestada por una vecina.
Un legislador consiguió un subsidio en el 2000 con el que se compró una pequeña casa que fue adaptada para funcionar como biblioteca. Con cada vez más socios y actividades llegaron con sus voluntarios hasta escuelas, geriátricos, casas de enfermos y un penal donde tiene una sala desde 2012.
En 2012 se hizo una ampliación y en 2018 un jardín de aromáticas con fines didácticos.
En 2019 inauguró un escenario exterior. Es un verdadero centro cultural en su comunidad.