Nace por el esfuerzo de un grupo de vecinos para satisfacer las necesidades de los niños que asistían a la escuela N° 155, ya que el barrio está a más de 8km del centro de la ciudad.
Uno de los máximos logros fue concretar la construcción de los edificios propios, ya que sus comienzos fue un lugar prestado en la capilla del barrio.
A lo largo de los años se han dictado talleres de oficios, útiles para la comunidad, ya que la población a la que sirve vive en zona de chacras frutales. Se han dictado talleres de costura, pintura, encuadernación, electricidad domiciliaria, gestoría del automotor, informática, etc.
En los últimos años los alumnos de la carrera de servicio social de la UNC utilizan la biblioteca para realizar hacer sus prácticas.